El hecho no debería de haber pasado de ser un caso de confrontación laboral entre dos personas que tienen a su cargo parte de la redacción del diario LA PRIMERA, pero como en todo caso de atropello laboral, la bestialidad, la gorilada a la que nos tienen acostumbrados se impuso sobre la razón, y los resultados nefastos ya están siendo evidentes.
Repasemos los hechos.
Hace sólo unos días, el lunes 16 de febrero, el jefe de informaciones de LA PRIMERA, José Clemente (ex reportero de LA REPUBLICA y de CARETAS), tuvo una discusión verbal con el asesor en la sombra del diario, Manuel Robles, viejo periodista conocido por sus malas artes para conseguir y publicar información que responda a sus intereses económicos.
El hecho fue simple y mundano, José Clemente le respondió a Robles (por la línea telefónica) que el ligero atraso en su hora de llegada (sólo cinco minutos, según versiones de la portería) era una situación que él controlaba y que no había necesidad de gritarle a nadie por ello, a lo que el oscuro asesor reaccionó de la forma peor e hizo gala de su matonería campante. Al llegar a la redacción Robles quiso obligar a Clemente a que le pida disculpas por la discusión, pedido que fue rechazado por el jefe de informaciones (con todo el derecho del mundo), a lo que el periodista llegado de Bolivia y enamorado de todo lo que significa Cuba y Fildel Castro lo quiso coaacionar diciéndole que lo iabn a suspender si no se disculpaba.
Al día siguiente nos enteramos que José Clemente había sido suspendido por dos días.
Al tercer día, no como Cristo, creíamos que lo íbamos a volver a ver por la redacción, pero pasaban las horas y no llegaba. Pensamos que la suspensión había sido sólo la fachada para un despido, por demás, arbitrario, sin embargo luego se supo que Clemente había pedido un adelanto en sus vacaciones, o al menos esperar a que el Editor General de LA PRIMERA, Jaime Cruces, regrese de las suyas, para que las cosas en el diario vuelvan a la normalidad.
Tras esto, y para sorpresa de todos, la jefatura de Clemente fue asumida (de forma temporal, según se informó) por la periodista Susana Grados, conocida en todos los fueros de los partidos de la izquierda más rancia y reaccionaria.
Sin embargo, esta jefatura temporal dejó de ser tal el día viernes 20 de este, cuando la administradora del diario, junto a Robles, anunciaron a la redacción en pleno, que Susana Grados iba a encargarse de forma permanente de la jefatura de Informaciones, y que "el señor Clemente estaba siendo dstacado a otra área".
Repasemos los hechos.
Hace sólo unos días, el lunes 16 de febrero, el jefe de informaciones de LA PRIMERA, José Clemente (ex reportero de LA REPUBLICA y de CARETAS), tuvo una discusión verbal con el asesor en la sombra del diario, Manuel Robles, viejo periodista conocido por sus malas artes para conseguir y publicar información que responda a sus intereses económicos.
El hecho fue simple y mundano, José Clemente le respondió a Robles (por la línea telefónica) que el ligero atraso en su hora de llegada (sólo cinco minutos, según versiones de la portería) era una situación que él controlaba y que no había necesidad de gritarle a nadie por ello, a lo que el oscuro asesor reaccionó de la forma peor e hizo gala de su matonería campante. Al llegar a la redacción Robles quiso obligar a Clemente a que le pida disculpas por la discusión, pedido que fue rechazado por el jefe de informaciones (con todo el derecho del mundo), a lo que el periodista llegado de Bolivia y enamorado de todo lo que significa Cuba y Fildel Castro lo quiso coaacionar diciéndole que lo iabn a suspender si no se disculpaba.
Al día siguiente nos enteramos que José Clemente había sido suspendido por dos días.
Al tercer día, no como Cristo, creíamos que lo íbamos a volver a ver por la redacción, pero pasaban las horas y no llegaba. Pensamos que la suspensión había sido sólo la fachada para un despido, por demás, arbitrario, sin embargo luego se supo que Clemente había pedido un adelanto en sus vacaciones, o al menos esperar a que el Editor General de LA PRIMERA, Jaime Cruces, regrese de las suyas, para que las cosas en el diario vuelvan a la normalidad.
Tras esto, y para sorpresa de todos, la jefatura de Clemente fue asumida (de forma temporal, según se informó) por la periodista Susana Grados, conocida en todos los fueros de los partidos de la izquierda más rancia y reaccionaria.
Sin embargo, esta jefatura temporal dejó de ser tal el día viernes 20 de este, cuando la administradora del diario, junto a Robles, anunciaron a la redacción en pleno, que Susana Grados iba a encargarse de forma permanente de la jefatura de Informaciones, y que "el señor Clemente estaba siendo dstacado a otra área".
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